Marisol de Armas, que vivía en Caracas, Miranda, Venezuela, de 53 años, sufría, antes de 1996 unas migrañas muy fuertes, por lo que tenía que recluirse en su cama cada vez que le daban. El dolor era insoportable y ella pensaba que su cabeza podía explotar en cualquier momento.
Consultó a varios doctores que le hicieron distintas pruebas médicas, incluyendo tomografías, con el fin de descartar un tumor cerebral. No encontraron ninguna justificación para tan tremendo dolor.
La sanadora pránica, Sra. Alejandra Graterol, la visitó en su casa cuando la llamaron para que la atendiera, cuando sufrió un intenso ataque de migraña. Tras una sola sesión, el dolor desapareció totalmente y no ha vuelto a sufrir más esos terribles dolores.
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Berta Arrico, de Caracas, Miranda, Venezuela, de 53 años, sufría obstrucción nasal que le reducía su capacidad de respiración un 100%, desde que tenía 36 años, por lo que obligatoriamente tenía que respirar por la boca. Debido a esa circunstancia perdió su sentido del olfato, además de un recurrente estado de inconsciencia..
Tuvo que visitar a muchos médicos y todos diagnosticaron que sufría de una "condición alérgica congénita". Por casualidad tropezó con la Sra. Bonnie Guevara, sanadora pránica, que le ofreció un tratamiento que le dio un tratamiento excelente.
Después de cuatro sesiones, recuperó su capacidad de respiración en un 100%, recuperando la normalidad más absoluta, recuperando también.su sentido del olfato.
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La Sra. Patricia Rüesch, de Lucerna, Suiza, de 33 años, de profesión homeópata y bioenergética fue afectada por una alergia de la piel durante tres semanas, la cual comenzó en sus hombros, por la zona de la espalba, brazos y caderas. La irritación era roja, pero no picaba. Ella pensó acudir a la consulta de un doctor para su evaluación y diagnóstico, pero pensó en la sanadora pránica Cheryl Weiss. La llamó la noche anterior y ésta le dijo que tomara un baño de agua y sal la noche anterior al tratamiento y que se masajeara con una tela y sal en la bañera y que se acostara posteriormente en la misma, con agua salada, durante una hora.
Al día siguiente la sanadora Sra. Weiss le hizo una sesión de dos horas. Tres días después del tratamiento la alergia había desaparecido y nunca más regresó.
Asimismo, otra alergia de la piel, que ella creía que era un hongo, que se le había producido en la zona abdominal, desapareció.
Termina la Sra. Petra Rüesch agradeciendo a la sanadora pránica por su trabajo y buenos resultados, manifestando que fue un tratamiento muy bueno y útil.
Del libro La Ciencia Antigua y el Arte de la Sanación Pránica
Del Fundador de la Técnica Moderna de la Sanación Pránica Master Choa Kok Sui
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